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31 de diciembre de 2009

Spring in autumn: chapter ten

La noche había caído hacia mucho tiempo. Y realmente ya no recordaba ni siquiera que hora era, ni cuando había llegado, pero no le importaba, él estaba allí y era lo único que podía recordar. Vestido con un esmoquin, una camisa blanca, y una corbata roja, era el "príncipe desteñido" que siempre había soñado. Y no podía ser verdad que lo tenía a su lado, solo para ella.

—¿Y cómo te fue con el examen? —preguntó la morena mirando las estrellas que se reflejaban en el agua cristalina de la piscina.

—Bien, sin ti hubiera reprobado —dijo el chico y le puso una mano en el hombro. La hubiera abrazado si tuviera más confianza, pero no quería asustarla, por lo que solo se limitó a eso.

Javy sintió el roce de su mano y cerro los ojos instintivamente. Las cosas cada vez eran mejores. Pero recordó algo más. La chica rubia... novia de Danny. Esa Olivia era imposible.

—¿Y como te fue a ti? ¿Bien igual que siempre? Siempre te va bien en Inglés —acotó Danny dejando su mano sobre su pantalón.

Javy siempre había pensado que Danny nunca supo que existía, pero ahora cambiaba de parecer. Él la conocía y sabía mucho más de lo que pensaba que sabía.

—Si, bien —respondió.

La brisa nocturna hizo revolotear el pelo de la chica e hizo que ella temblara levemente. Era una noche fría para ser verano, o casi verano en realidad. Danny lo notó y no puedo creer alguna vez sentirse nervioso por estar con una mujer. Siempre era lo contrario, pero ella era diferente... suponía. Se sacó la chaqueta y se la paso por los hombros. La chica se sorprendió un poco, porque no lo esperaba, pero la aceptó con una sonrisa y con las mejillas subiéndole de tono.

Pudo haber pasado una hora o incluso más, pero estar con él era como si el tiempo nunca avanzara. La hacía olvidar completamente en donde estaba, quien era, o que hacía. Solo reaccionó cuando el Señor Jones llamó a su hijo por que ya se iba. Javy ya se había levantado y se estaba sacando la chaqueta cuando entraban por la puerta corrediza al comedor y la cerraba detrás de él. Pero Danny la detuvo.

—Quédatela —dijo el chico mirándola a los ojos y luego se acerco para despedirse.

Juró que iba a besarla cuando estuvo a centímetros suyos, pero no podría hacer eso. La chica lo miraba y podía ver la ternura en sus grandes ojos cafés. Por lo que se negó a besarla en los labios y rozó los suyos con la suave mejilla de ella.

—Nos vemos mañana —termino la frase y sonrió, saliendo de la sala.
"Me voy a desmayar" pensó Javy tocándose las mejillas que le ardían como si estuvieran cubiertas de lava. Danny la quemaba.

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