Más que amigos (EXO FanFic): #11 Unicornio travieso (Lay)

Siguiente capítulo HunHan :B

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Los había observado en plena pelea de cosquillas y una sincera sonrisa no pudo evitar formarse en mi rostro. Verlos felices en serio me alegraba, en especial el ver al líder contento luego de todo lo que le ha ocurrido. Él nunca me lo ha dicho directamente, pero los comentarios corren rápidamente entre los trainers y aunque mi coreano no sea tan bueno, de todas formas entiendo al menos lo esencial para comprender su conducta. Esa paciencia infinita, esa cálida sonrisa, todo aquello era incluso más notable cuando el segundo maknae estaba a su alrededor.

No era algo que sólo yo había observado, junto con Chen habíamos dedicado tardes completas reflexionando en cómo serían nuestra vidas si un día llegara el líder con Kai a su lado diciendo que eran pareja y se irían a casar a Las Vegas. No, ya no era algo anormal para nosotros. Inclusive lo esperábamos con ansias.

─¿Qué onda, SuHo? ─le dije con estilo dándole unas palmadas en la espalda para que despabilara del encantamiento en que Jongin lo había dejado.

─Lo mismo de siempre ─me dedico una de esas grandes sonrisas que solía tener siempre.

Lo miré con las cejas alzadas y comenzó a reírse.

─Lay, deja de pasarte películas.

─Es inevitable ─reí y me dirigí a rebuscar entre las cosas para encontrar lo que que había ido, en un principio, a buscar─. Además, tú me das la trama completa de la película ¿Qué quieres que haga a parte de imaginármela?

─¡Yo no te doy nada! ─me contraatacó entre sonrisas y arcoíris y todo eso que desprende el amoroso líder. Siempre me lo negaba, pero al final se sonrojaba y terminaba cambiando de tema.

─¡Si lo haces!

─¡¿Por qué pelean?! ─nos gritó Kris que venía llegando con Tao a su lado, quién ya era como su elfo doméstico, siempre a la siga suya.

─¡No peleamos! ─le respondí guiñándole un ojo divertido y en su rostro se dibujo una sonrisa. Tao me miró enojado.

─¡Lay no quiere entender lo que le digo! ─se dirigió SuHo ahora.

─¡¿Pero por qué gritan?!

─¡No sé!

─¡Yo menos!

─¡¿Vámonos?! ─le pregunté a SuHo.

─¡OK!

Y ambos salimos de la sala dejando a un divertido Kris junto a un Tao con mirada de panda perdido.

Cuando llegamos al dormitorio no pude evitar morir de risa. ¿Cómo es que nadie se daba cuenta de lo que ocurría? Estoy rodeado de parejas y creo ser el único ser con los ojos abiertos aquí... Aunque, sería un escándalo si todo el mundo se enterara.

¿Qué pasaría si de repente se me ocurriera revelar que Chanyeol y Baekhyun tienen sus aventuras entre las cuatro paredes del dormitorio cada vez que se quedan solos o que los dejan encerrados en alguna habitación sólos? Doble escándalo. ¿Y si dijera que Lu Han anda llorando en cada rincón cuando ve a Sehun serle indiferente? ¿O si revelara que Kai sólo quiere poner celoso a Lu Han y aprovechar de tener al maknae a su lado por todo lo que les dure la pelea? ¿O si, incluso soltara, por algún descuido de la vida, que Tao no quiere ser sólo el dongsaeng de Kris hyung pero a este se le sueltan las manos en los ensayos cuando nos quedamos solos...? Porque yo no miento, y tampoco puedo negar que esas caricias me atraen terriblemente.

“Esto es sólo para que Tao se dé cuenta que le gusta Wufan gege”.

Era lo que me repetía a veces cuando mi cabeza se iba hacia las nubes y sólo me dejaba llevar por la situación. No sé si será por el hecho de estar necesitado ─oh, vamos, soy un ser humano, también necesito satisfacer mis necesidades (?)─, o porque hyung tenía algo que en realidad atraía con sólo mirarlo. No es como si luego de lo ocurrido con Tao estuviéramos en una competencia en busca del corazón de Wufan hyung, porque yo por mi parte no busco una relación; pero a veces las cosas se salen de control y hyung tampoco me detiene.

Luego de haber aceptado el reto de Tao, sinceramente no pensé que me fuera ser tan fácil el acercarme a gege con otras intenciones, pero este no estaba en sus mejores condiciones anímicas -ni del corazón-, por lo que creo que esa fue la razón de que no le sorprendió tanto mi cambio de actitud hacia él.

Aquel era un día libre, algo que muy pocas veces teníamos y por lo tanto la mayoría de los miembros desaparecía. En realidad los únicos que nos quedábamos éramos los miembros chinos y situaciones así nos ponían melancólicos al nosotros no poder ir a visitar a nuestras familias como los demás miembros. Había estado cerca de media hora buscando a Wufan gege, pero no lo encontraba en ningún lado.

─Tao, ¿has visto a Kris?

Tao me miró un poco molesto volteó su vista hacia la televisión y en un tono seco me respondió:

─Tu deberías saber mejor que yo en donde está.

─¿Estás enojado conmigo? ─le pregunté divertido sentándome a su lado.

─No.

─Claro… ─alterné mi mirada de la televisión al maknae, pero no me observó en ningún momento y tampoco cambió su semblante.

─No deberías estar enojado si dijiste que no te gustaba ─le recalqué mientras me ponía en pie.

─No lo estoy.

─Lo que tu digas ─solté una risa. El maknae era tierno cuando se enojada.

Salí del apartamento y me encaminé hacia la azotea, era el último lugar que me faltaba revisar del edificio, y exactamente allí lo encontré. Recargado sobre el barandal mirando la ciudad, callado, inmóvil. Me encaminé a su lado y no pareció notarme hasta que le hablé.

─¿Qué sucede?

Me miró sorprendido y pude distinguir en sus ojos la nostalgia y tristeza que estos emanaban.

─Terminamos ─suspiré y fijé mi vista en las diminutas figuras que se movían por la acera─.

Wufan había estado en una relación desde hacía un año. Siempre se veía feliz cuando hablaba con ella por teléfono, pero luego el tiempo se le fue haciendo más escaso y temía que terminara con él, eso era lo que me repetía siempre. Él estaba muy enamorado, pero supongo que llevar una relación es muy difícil a la distancia y más aún si te convertirás en un artista.

Posé mi mano en su hombro y lo apreté fuertemente, el me miró y sonrió tratando de demostrar que ya estaba bien, pero se notaba que no era cierto y terminó bajando su mirada. Me acerqué a él y lo rodee con mis brazos, luego de unos segundos él me respondió y recargó su cabeza en mi hombro. Esa tarde nos quedamos en su cuarto conversando, o yo más bien escuchando todo aquello por lo que Kris sufría. Contándome cada uno de los detalles, desahogándose.

Me sentía mal al escuchar por todo lo que pasaba y yo preocupado por el plan que tenía en contra Tao. Realmente no sabía qué hacer. Nunca fui bueno dando consejos, pero sí alguien quién escuchaba lo que sea que querían contar. Era una especie de paño de lágrimas, cosa que no siempre me gustaba, pero ser el de Wufan era algo que podía hacer con gusto.

Nos encontrábamos tirados en su cama mirando el techo que de repente parecía el objeto más interesante del universo. Observábamos cada uno de los detalles, escuchando nuestras respiraciones, sin decir ni una sola palabra, porque no era necesario. Estar así era algo que me gustaba demasiado como para romper el ambiente con vagas oraciones sin sentido que sólo estropearía el momento.

Wufan a mi lado suspiró como si estuviera cansado, y se volteó a verme. Su semblante parecía perdido, tratando de buscar algo en mi curiosa mirada que se posaba sobre él.

─La vida sigue ¿no? ─me preguntó con voz ronca en casi un susurro.

Mantuve su mirada unos segundos, tratando de averiguar que escondía detrás de esa oración, pero parecía decir la verdad, quería continuar, dejar el pasado atrás. No dije nada, sólo le sonreí y este me respondió con el mismo gesto cansado.

─Lay, ¿puedo preguntarte algo?

─Ya lo hiciste ─rió ligeramente─. Anda, dime.

─…¿Tú y Tao están peleados?

Mi mirada de tornó indagadora y luego dejé salir una carcajada.

─No, claro que no.

─No te creo.

─Bueno… hay algo que dije que lo haría ver, porque él dice que lo que yo digo son inventos míos, por lo tanto al hacerle ver que yo tenía razón, se enojó… aunque no lo quiere admitir.

Kris me miró sin entender nada ─soy malo explicándome, lo sé, de ahí el hecho de que sea pésimo dando

consejos─, y luego se largó a reír de mi cara de “pero si es tan obvio lo que dije, no me mires con esa cara”.

Observé su sonrisa y por un momento me vi embelesado como siempre está el maknae cuando se encuentra alrededor del líder. Era algo que él tenía, un tipo de magnetismo que te atrapa y te deja perdido a su alrededor.

─¿Tengo algo? ─me preguntó divertido ante mi atenta mirada.

De repente me di cuenta estaba sólo a centímetros de él y podía sentir su cálida respiración haciendo cosquillas en mi nariz. Sonreí y cerré mi ojos dando la impresión de que estaba cansado.

─No, nada.

Sentí la suave melodía de su voz y luego sus dedos acariciando mi cabello.

─Gracias... por escucharme Yixing…

Recuerdo sentir sus labios rozando mi frente y luego sus brazos rodeándome cerca de su cuerpo, después de eso no recuerdo nada, debo haberme dormido a su lado.