-Tendrás que soportarme como una amiga, así me daré cuenta si es que me estás usando –dije y él me miró sin comprender.
-¿Por qué te estaría usando? –preguntó.
-Bueno, no puedo confiar tan fácilmente en alguien a quien no conozco, además –agregue- tienes fama de galán.
-Eso no puedo negarlo –dijo poniendo cara de supermodelo y yo me puse a reír-. Pero ya no soy así. Ahora solo te quiero a ti.
Las facciones de su cara se pusieron de una forma tan tierna que pude morir de ternura y arrojarme a sus brazos y comérmelo a besos, pero mantuve la compostura y lo miré serio.
-Tendrás que jugártela, amigo mío –dije dándole un golpecito en el hombro y él pareció enojarse. Me soltó y se cruzó de brazos, sentándose casi acostado en la banca y mantuvo la mirada en la laguna.
-Haciendo eso haces que me enoje.
Él reaccionó ante mi comentario, así que ocupé el plan B. Me acerqué a él y lo abrasé por el cuello jugando con su pelo. ¡Dios, como amaba este pelo! No puedo creer que ahora podría hacerle de –casi- todo, pero no lo haré. Si que soy estúpida.
-Danny –le dije sonando lo más tierna que pude-, no te enojes conmigo ¿si? –hice puchero y él me miró, pero se mantuvo serio. Me acerque aun mas a el y le susurre en el oído.
-Y justo que quería darte un regalo. Ni modo, tendrás que conformarte con una cuarta parte.
Toqué con mis labios su mejilla y sentí como su expresión cambiaba a una pequeña sonrisa. Lo miré, pero había vuelto a su expresión seria.
-El señorito se enojo –dijo con voz de bebé. Y aún así no me miró. En mi bolsillo comenzó a vibrar mi celular, lo saqué y vi que era mi mamá.
-¿Alo? –dije por la línea.
-¿Javy, donde estás? Llegó la Florencia, ven que tienes que cuidarla un rato mientras voy a buscar a la abuela al campo –mi madre habló tan rápido que no me dejó decir nada más que:
-Ok, ya voy –y cortó diciendo que me apurara.
-¿Ya tienes que irte? –Danny me miraba con una cara de pena que me hizo sonreír.
-Si, tengo que cuidar a mi hermanita que llegó de donde unos tíos.
-No sabía que tenias una hermana
-¡Sorpresa!
Él rió y se levantó tendiéndome la mano, la tomó y me paré caminando junto a él, aún tomados de la mano, mientras nos dirigíamos a mi casa.
-¿Qué edad tiene tu hermanita? –me preguntó al esperar que el semáforo cambiara a verde.
-Tiene dos años –le sonreí.
-¿Y andaba donde tus tíos?
-Si, hoy fueron mis padres a buscarla, es que estuvieron en el campo el último tiempo con toda mi familia. Mi madre andaba vuelta loca, donde tenía cosas que hacer y no podía cuidarla y hacer las cosas al mismo tiempo y mis tíos se ofrecieron para cuidarla este mes, para arreglar todo eso, ya sabes –reí.
-Ahora entiendo por qué tu madre siempre estaba pegada al teléfono o al computador cuando estábamos en el campo.
-Si, mi madre puede ser exagerada a veces… o todo el tiempo.
Danny rió y tomó con más fuerza mi mano-. Ahora que recuerdo, tu estabas enojado conmigo.
-No es cierto –se hizo el desentendido.
-No, si no –lo ignoré en forma dramática mirando hacia otro lado, peor mi actuación no duró mucho, ya que me sacó de inmediato una sonrisa al darme un pequeño y tierno beso en la comisura de los labios e iba a besarme otra vez como despedida, porque habíamos llegado ya a la casa. Cuando paramos, con su mano libre acarició mi mejilla, se acercó pero bajé la mirada y besó mi frente. Lo miré riendo:
-Tendrás que ganártelo –le dije sacándole la lengua y abrí la reja de mi casa.
-¿No te vas a despedir? –me preguntó acercándose a la reja que nos separaba-
-Adiós –le sonreí y me alejé dejándolo con las ganas de un beso.
Pasé esa tarde con mi hermanita, hablando por teléfono con mimi, que me contaba sobre su cita de la que todavía no lograban darse un beso, ahora fueron unos chicos los que los interrumpieron con su pelota de futbol. Al final las cosas no salieron muy bien y Mimi tuvo que irse antes al encontrarse con sus hermanos que fueron muy sobreprotectores –cómo siempre- y Doug se cohibió y prefirió irse. Aunque le dije que a la noche iban a conversar por MSN.
Al rato de conversar con Mick nos pusimos a ver una película de Barbie con la Flo. Me encantaba ver una sonrisa de emoción en su cara cuando ocurría algo importante en la película. Pero al final fui interrumpida con un mensaje que llegó a mi celular.
¿Aún sigues de niñera? :D
Si, estoy muy entretenida mirando las aventuras de barbie :)
No, para nada :D ¿tenías algo que decirme?
Supongo que te pusiste colorada y no sabes que escribir :)
Oh, si. En este momento te estoy mirando por detrás.
Mentiroso. Miré y no estabas :P
¿No tienes nada divertido que hacer?
En realidad me estoy divirtiendo contigo :D
¡Ves! Sabía que solo me estabas usando para divertirte.
No me refería a eso. ¿Cuándo vas a confiar en mi, pequeña? :(
Aguántate. ¡Termino la película y ni si quiera supe el final por tu culpa! Ahora no sé si Barbie se quedó con Ken.
Lo siento. Mejor te dejo tranquila (de todos modos Barbie siempre se queda con Ken :P)
Menso, sabes que te quiero. No me molestas.
Yo también te quiero (ahora me paresco a Chris con los mensajes con caritas u.u’ y apuesto que estás roja (6))
Malo ¬¬ te gusta hacer que me ponga colorada.
Tonto :P tengo que ir a hacer dormir a la Flo.
El próximo sábado quiero llevarte a conocerme en otra faceta :B
¿En cuál? Si se podría saber.
Músico :D con los chicos obvio. Te dedicaré una canción. Bueno, nos vemos, pequeña :) Que duermas bien.
Tu también :) ya quiero escucharte cantar. Xau, sueña conmigo :3
Creí desmayarme en ese preciso instante. Este hombre me traía como loca.
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