epilogue.
Los días podían pasar muy rápidos que uno se encontraba perdido en el tiempo. Pero en su mente estaba congelado, aún era 1 de diciembre, aún eran las seis de la tarde, luego de un día de fiesta en el colegio... algo que no podía terminar en nada bien cuando dos sentimientos y un deber se juntaba en una persona que no sabía manejar el dolor. Su camiseta aún estaba sobre la cama, abandonada por él. Seguía teniendo su esencia. Su esencial que inundaba su habitación y que la hacía volverse loca y perder todos sus sentidos.
Acostada sobre su cama mirando la ventana a un costado suyo, veía los pájaros volar y el cielo despejado la hacía pensar que era un estúpida al estar triste sin movimientos en una cama que lo único que hacía era pertubar su sueño y no dejarla en paz. Pero ella no quería abandonarlo, porque era el único lugar donde podía hayarlo siempre.
La imagen colgada en su puerta, bailaba frente sus ojos y el destino quiso separarlos. El infierno podria decidir que hacer con ella, eso ya no le importaba mucho más que una piedra en el camino. Dos personas sonreían invitandola a unirse a ellos y luego la rechazaban ignorandola y dejando que su sueño acabara. Posaba rota y vacía, la pareja perfecta ignorada, su tiempo se había acabado.
Explicar sus sentimientos se le hacía más complicado cuando todo caían en su agujero negro. Pero claramente todo había quedado como un simple y precioso recuerdo. Solo hechos que se quedarán marcados como una amarga sonrisa en el rostro de una damicela en busca de un nuevo hombre que recoja todos esos pedasos esparcidos de su corazón, esos pedasos que se hacían cada vez más frios y menos intocables para unir nuevamente.
Nunca besó esos labios sintiendo que siempre estarian juntos, como un cuento de hadas terminando felices para siempre... Siempre con una interrogante en su cabeza intentando desifrar el porque de muchas cosas que quedaban perdidas en el espacio. Y así fue como la chica aprendió a retener sus sentimientos antes de que fueran destrozados nuevamente sin control por ella misma.
"Sólo el destino sabe como va la historia, ahora que esta venda esta rota y los cortes abiertos y abandonados. Le diré solamente una cosa, esto no lo merecía".
No hay comentarios:
Publicar un comentario