Más que amigos (EXO FanFic): #44 Oficial (Tao)

Sonrisa, sonrisa, sonrisa, sonrisa. Así me describía últimamente. Todo era sonrisas. Sonrisa al sentir su mirada sobre mí, al tomar mano y entrelazar su dedos, al desordenar mi pelo e incluso al cargar mis cosas.

Me había imaginado que Kris era un caballero, pero esto llega a ponerme los pelos de punta. En algún momento llegué a pensar que me trataba como si fuera una mujer, entonces él se había reído y golpeado mi pecho.

-Ves, eres plano. No hay pechos -me dijo entonces y yo me sonrojé.


A decir verdad que actuara así me ponía feliz. Había pensando en esto interminables noches. Mientras íbamos en la furgoneta hacia los ensayos, al esperar en el metro o hasta cuando almorzábamos y lo podía ver de reojo.

Kris no me había rechazado. No. Todo lo contrario. Ahora estaba a mi lado secándose el pelo con una gastada toalla blanca y me miraba entre el rubio pelo goteando. Entonces me sonreía y creía desfallecer.

Incluso hubo mañanas en que desperté con su mirada. Algo que me pareció de lo más extraño. Le había preguntado que si había estado allí toda la noche, pero este divertidamente me quitaba las sabanas y me decía que no era Edward Cullen ni nada por el estilo, que sólo se había despertado y decidido despertarme a mi también para así no aburrirse. Entonces me había quedado fijo mirándolo.

-Tú eres el último en despertar -le dije y este se me acercó para tomar mi mano y comenzar a tirar de mí para llevarme a la cocina.

-Lo sé -dijo distraídamente revolviendo los cajones hasta encontrar algo para comer y yo lo miré afirmado en el marco de la puerta-. ¿Sucede algo? -preguntó después sacando su cabeza de la taza de cereales que ahora devoraba en silencio.

-No, nada. Sólo pensaba -dije suspirando y sentándome a su lado.

-¿En qué? -preguntó de repente interesado en observarme. Yo lo miré y sonreí.

-Tengamos una cita

Y entonces esa tarde, cuando salimos del ensayo, Kris me llevó hasta otro lugar cuando menos lo esperaba. En realidad había olvidado lo de la cita por el cansancio, pero este al parecer no. En cambio parecía verdaderamente entusiasmado. Yo... yo sólo quería dormir.

-Podemos dejarlo para otro día -le dije deteniéndome en el patio de comidas del mall al que habíamos llegado y recargándome en una de las sillas.

-No, dijiste que querías una cita y eso te daré -dijo decididamente mirando a los alrededores.

-Entonces, ¿si quiero una chaqueta Gucci me la comprarías? -pregunté bromeando, pero este de repente tiró de mi brazo y minutos después íbamos entrando en la tienda a la que había nombrado-. Kris, estaba bromeando -le dije, pero este me ignoró y apuntó una.

-Esta te queda bien, ¿qué dices? -preguntó tomando una color café con finas líneas blancas. Entonces comencé a reír y este me miró un poco frustrado.

-Si no te gustaba me decías y listo -dijo un poco triste dejando la chaqueta donde había estado.

-No, no es eso -dije de repente volviendo a mi semblante serio al notar que aquello le había afectado-. Me gusta -agregué luego en que Kris permanecía en silencio mirando los bolsos de una esquina-, pero no tienes que comprarla, en serio.

-Dijiste que querías una...

-Kris... -entonces este me miró y pinchó mis mejillas.

-Vamos al cine -dijo de inmediato volviéndome a arrastrar por las escaleras hasta llegar al lugar que había dicho.

Compramos unas palomitas y luego entramos a ver una comedia que a ambos nos atrajo. Debía ser divertida, supuse ya que veía a Kris reírse a mi lado, pero yo, a decir verdad, a penas la había observado. Estaba más preocupado de observar los rasgos de Kris en la oscuridad que de la trama de la cinta. En un momento, fríamente calculado por mí, nuestras manos se tocaron al sacar palomitas y fue en aquel instante en que Kris se distrajo de la película que acontecía y se quedó mirándome.

-¿Qué pasa? -le pregunté haciéndome el desentendido mientras comía, pero Kris me sostuvo la mano y luego entrelazó nuestros dedos para luego volver a mirar hacia la pantalla gigante frente a nosotros.

Si dijera que aquello me sacó una sonrisa sería poco.

Tiendas, tiendas y más tiendas nos rodearon después. El ver la película me había dejado medio cansado así que gege me llevó el patio de comidas y escogimos algo de la comida prohibida. Después de todo, nadie se enteraría luego de lo que comimos aquel día.

-Ten -dije estirando mi brazo para darle algo de lo que yo comía. Este me miró divertido pero hizo lo que le decía-. Ahora si parecemos una pareja -dije distraídamente, pero Kris entonces se detuvo a mirarme.

-¿Pareja? -preguntó entonces.

Mi mirada fue desde mi plato hasta la consternada cara de Wufan frente mío y luego a la pantalla del celular.

-Oh, es tarde, deberíamos volver -dije entonces apresuradamente intentando escapar de la incómoda situación que había formado. Claro, yo y mi gran bocata.

Al caminar por la ya conocida acera hacia los dormitorios, Kris tomó mi mano. Poca gente transitaba por aquel lugar a aquella hora así que no protesté. ¿Por qué lo haría? Después de todo gege tomaba mi mano y al diablo lo que pensaran los demás.

Cuando íbamos llegando me asaltó una duda, en realidad la tenía desde el primer momento en que me había besado o tal vez desde antes, pero continuaba diciéndome que era estúpido y que lo dejara, después de todo Kris ya había aceptado, pero aquella duda seguía rondando mi cabeza y poniéndome nervioso.

-¿Qué sientes por mi? -pregunté deteniéndome frente suyo y sorprendiendo a Kris que me miró curioso a los ojos.

-Me gustas -dijo simplemente acariciando mi rostro para luego volver a caminar pasando por mi lado.

Yo reí. Reí de lo franco que era, pero por dentro hubiera deseado que aquello hubiera sido más romántico. Si... eso hubiera sido genial, pero bueno, era el frío Kris gege después de todo. El caballeroso pero frío Kris gege...

Entonces volví a cortar su camino. Me planteé frente a él y me miró a los ojos por debajo del flequillo rubio que amenazaba con cubrir sus ojos. Puse mis manos sobre sus hombros y luego subí hasta acariciar su pelo. Entonces lo atraje hacia mí y moví mis labios sobre los suyos. Kris respondió de inmediato y yo sonreí. Sentí sus manos tomar mi cintura y luego se cerraron a mi alrededor. Entonces él comenzó a caminar llevándome de espalda por la oscuridad.

Pequeños besos fugaces fueron robados durante todo el trayecto cuando no había ningún ojo chismoso que pudiera vernos. Al entrar al edificio nos soltamos de las manos. Haciendo un puchero hice que Wufan me volviera a robar un beso y entonces Yixing hizo acto de presencia.

-¡Oh dios mío! -dijo haciéndose el asombrado afirmándose de la pared- ¡Es oficial! -dijo entonces causando que ambos riéramos, yo con un ligero sonrojo que no pasó desapercibido.

Kris se mantuvo firme en su lugar y volviendo a su seriedad respondió un corto "Sí", para que luego yo lo mirara con la boca abierta para alegar, pero en aquel momento volvió a juntar sus labios con los míos callando cualquier protesta, luego tomó mi mano y me apresuró a entrar al departamento.

Pude escuchar a Yixing diciendo algo como "Cuídense" para luego perderse por el pasillo. No quise mirar la reacción de gege en ese momento. Mi cara ardía tanto que ni si quiera intenté levantar la vista al pasar por la sala y luego me fui directamente a mi cuarto.

-¿Ahora te escondes? -preguntó divertido Wufan entrando a la habitación en la que sólo estaba yo.

Segundos después sentí el colchón ceder ante su peso y luego pude escuchar su respiración rozando mi oído.

-Oficial... -susurró.