Más que amigos (EXO FanFic): #49 Cupido Triste

Los días pasaban cada vez con mayor velocidad y así también los acontecimientos que ocurrían cada día. Se sentía la felicidad por todos los milímetros de la casa, pero alguien no estaba del todo contento.

Yixing se sentía extraño. Había estado recogiendo la ropa tirada por el suelo cuando no ya no pudo soportar más el desorden que se había acumulado a los pies de su cama. Perezosamente arrastró los pies hacia la cocina y se sirvió un vaso de agua mientras observaba a Tao y Kris sentados en el sofá discutiendo por el control de la televisión, el menor quería ver una película, en cambio Wufan, un partido de básquetbol. Sonriendo amargamente su sed se esfumó y terminó botando el agua que le quedaba en el lavaplatos y volvió a su cuarto.

Al estar los demás miembros Kris tendía a alejarse un poco de Tao para así no ser descubiertos, cosa que a Lay le alegraba, así no se sentía tan dejado de lado. Cuando se quedaban sólo los tres la cosa era diferente, sentía que sobraba, se sentía incómodo y un poco triste, no lo entendía del todo y muchas veces pasó horas pensando en la razón de sus sentimientos, pero no podía llegar a un conclusión clara y que lo dejara satisfecho, por lo que prefería dejar a la pareja sola y él irse junto a algún otro miembros a pasar el rato.


-¿Estás enojado conmigo? -preguntó un día Wufan cuando se topó con él al salir del baño en una de esas típicas carreras matutinas que habían en los dormitorios.

-No -le contestó simplemente Lay dejando a un alto para nada convencido en el umbral de la puerta.

-Yixing...

-En serio, Wufan, no estoy enojado -le repitió el menor tratando de poner una de sus mejores sonrisas cosa que dejó más tranquilo a Kris.

Aquella tarde al volver a los dormitorios el alto se sentó a un lado de Yixing en el sofá de la sala y se quedó en silencio observándolo hasta que el otro se cansó y lo miró cuestionándolo con la mirada. Kris sólo le alzó una ceja en respuesta y Lay suspiró mirando el control remoto en sus manos.

-¿Y...?

-¿Y qué? -preguntó el menor volviendo la vista al aparato luminoso en frente de ellos.

-¿Me dirás qué te ocurre?

-Nada

En ese preciso momento llegó Tao sentándose a un lado de Kris bufando que Kyung Soo no lo dejaba comer tranquilo en la cocina. Kris sólo sonrió desordenándole el cabello y Lay los ignoró. El maknae chino de pronto se interesó en lo que pasaban por la televisión y se sentó en el piso quitándole el control a Yixing que dejó salir una leve sonrisa e inconscientemente su mirada fue hacia el mayor a su izquierda.

Wufan parecía embelesado mirando a Tao cambiar los canales cuando un programa no lo satisfacía, entonces sonreía y sus ojos se encontraban con los de su mejor amigo a su costado.

-¿Lo quieres cierto? -preguntó murmurando por lo que el menor no alcanzaba a escuchar.

Kris mantuvo el silencio y volteó la vista nuevamente hacia el chico de cabello oscuro y ojeras de panda que se reía siendo iluminado por las luces del aparato. El alto no pudo reprimir que sus comisuras se curvaran.

-Ya veo... -dijo entonces Lay respondiendo con el mismo gesto y luego levantándose para ir a dormir de una vez por todas.

En su cuarto estaba Chen ensimismado en la computadora. Lay supuso que conversaba con sus amigos que acostumbraban a mandarle saludos de ánimos por el pronto debut. Con cansancio se despojó de sus ropas para ponerse el ligero y holgado pijama que sólo consistía en un viejo pantalón de buzo con un polo blanco que dejaba ver sus brazos tonificados por las continuas rutinas de baile y ejercicios que debía hacer en la empresa. Cuando planeaba meterse en la cama fue cuando se dio cuando de la mirada penetrante que Jong Dae le dirigía.

-No me pasa nada -dijo con tono cansado sin esperar que el chico formulara si quiera la pregunta.

Seguido de eso procedió a tirarse boca abajo en la cama ocultando su rostro entre las almohadas. Parecía en estado vegetal.

-¿Cumpliste tu misión de Cupido? -preguntó entonces Chen.

Yixing se volteó para mirarlo teclear algo en el computador y cuando la vista del menor volvió a la de él, este asintió débilmente.

-Entonces, ¿por qué no estás feliz?

El chino se encogió de hombros. El tampoco lo entendía. Estaban feliz, claro que sí, pero no como hubiera esperado estarlo. Sentía como si algo no anduviera bien. Sentía que aquella compañía que Wufan le había dado las últimas semanas de un momento a otro le fue arrebatada. Se sentía solo. Verlos juntos hacía que sintiera ganas de también tener a alguien a su lado y menos ayudaba el hecho de que Baek Hyun y Chan Yeol anduvieran cariñosos por todas partes al ya no ocultar su relación, tampoco ayudaba que Lu Han ahora pasara más tiempo con Sehun que con él. También debería sentirse alegre por eso, se decía, pero no lo estaba completamente. Mucho menos lo animaban esas eternas conversaciones que compartía con Joon Myun donde le relataba sobre las infinidades de cosas que tenía Jongin y que a él le atraían. Yixing sólo podía imaginarse todas esas cosas en un ser inventado por su mente sintiéndose cada vez más afligido. El no había experimentado el verdadero amor aún, el todavía no se había sentido enamorado... suponía.

-Hyung... -llamó vacilante Jong Dae rompiendo el silencio que se había formado- ¿Te gustaba Kris? -preguntó bajando cada vez más su voz, como si no quisiera sonar inoportuno e si no recibía respuesta hacer como si nada hubiera salido de su boca.

Lay se quedó en silencio otros largos minutos y Chen se comenzó a poner nervioso con el correr de cada segundo.

La verdad era que Yixing nunca había visto a Kris como algo que no fuera de amigo, pero no podía negar que al estar con él se sentía extraño. A lo mejor... tal vez...

-Un poco... creo que un poco... -acabó por confesar.

Se escuchó la respiración de Chen y luego las teclas que volvían a emitir su característico sonido, entonces la conversación acabó allí.

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Lugar: Negocio de la esquina.
Hora: 11:00 PM
Razón: A Tao le dieron ganas de comer helado de menta con chispas de chocolate.

Kris sentía como si de una marioneta se tratase a veces, pero no era algo que le disgustara, para nada, en realidad lo hacía porque el mismo quería.

Tao le había dicho que de hacía tiempo que no tomaba helado, por lo que de un momento a otro fue arrastrado por Wufan en dirección a la tienda más cercana. El menor alegaba que no era necesario, pero sus dichos no fueron escuchados por el terco líder que, apenas escuchar eso, se había sentido obligado a suplir cualquier deseo que tuviera el chico ojos de panda. Tao había terminado aceptando cuando ya hubo tenido el helado en sus manos y el alto le había dado un bocado para que lo probara.

-Es tarde como para tomar helado, gege -le dijo Tao suspirando mientras caminaban hacia los dormitorios nuevamente, pero fue detenido antes de que pudiera poner un pie en la escalinata del edificio por la mano de Kris que se posaba en su hombro.

-Quedémonos aquí... Es más tranquilo -dijo el rubio sentándose en el penúltimo escalón recogiendo sus piernas.

Tao dejó escapar una pequeña risilla y terminó sentándose a su lado apoyando su cabeza en el hombro del mayor y ofreciéndole un poco de helado que el otro aceptó gustoso.

Lo cierto era que Kris era quién tenía más ganas de comer helado que Tao, pero este se negaba a aceptarlo y sólo comía cuando el maknae le daba.

-Te lo has terminado -susurró después Zitao al ver que ya no quedaba más en el pote.

-Queda un poco -dijo entonces Kris volteándose a mirarlo.

-¿Dónde? -preguntó el otro chico buscando con la mirada, pero sin encontrar nada.

-Aquí -dijo Kris antes de aproximarse al menor hasta tocar con sus labios la comisura de los del pelinegro.

Tao se rió y le pegó levemente en el brazo para luego rodear con sus brazos el cuello del rubio y susurrar en su oído:

-¿Sólo me trajiste a comer helado para aprovecharte de mí?

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Baek Hyun había tomado una siesta pensando que por fin descansaría luego de horas de baile y canto en la agencia, pero estuvo equivocado. Apenas habían pasado cinco minutos cuando escuchó la puerta del cuarto abrirse y el peso sobre él.

-Tienes la manía de venir a la habitación y hacer eso -dijo con los ojos aún cerrados sintiendo la sonrisa que se formaba en los labios del chico que ahora estaba encima suyo.

-Es divertido -dijo con su voz profunda mirando a los bellos ojos de su novio y a esa pequeña nariz en medio de su cara-, además, te ves tan tierno cuando estás así -agregó provocando que el otro sonriera también y sus mejillas se tiñeran de un ligero rojo.

Chan Yeol se puso de pie y estiró su brazo esperando por la mano del mayor. Cuando sus dedos se tocaron el alto tiró de su brazo y lo llevó hasta sala de estar en donde Lu Han resolvía un cubo rubix con el maknae apoyado en su hombro con rostro agotado.

-Sehun-ah, ve a acostarse -le dijo Baek Hyun, pero el mejor se revolvió y abrazo por la cintura a Lu Han sin intención de moverse.

-Tan cariñoso que está el maknae últimamente -dijo con tono travieso el alto mientras se sentaba en el solitario sofá de la esquina y encendía la televisión.

Baek Hyun se colocó a un lado de Lu Han y tomó un pequeño cojín el cuál abrazo y cerró sus ojos para intentar descansar nuevamente. Chan Yeol no lo quería lejos, así que no podría irse al cuarto nuevamente en paz sin ser seguido por un gigante con gran apetito sexual.

Lu Han había sonreído y centrado su vista en la cara blanca que ya había formado en el cubo, entonces el menor suspiró en su oído y su mente viajó hasta Andrómeda.

-Hunnie, vamos a dormir -dijo el chino dejando el cubo en la mesita que había enfrente y sacudiendo al chico por los hombros.

Sehun palabras que poco y nada se entendía y con los ojos cerrados fue llevado por el rubio hasta el cuarto que compartían. Lo dejó sentando en la cama y comenzó a rebuscar la habitación por el pijama de su compañero; al voltearse el maknae se había dejado caer sobre su lado derecho acostado en la cama y respiraba acompasadamente. Ya se había dormido. Lu Han se acercó y acarició una de sus mejillas para luego proseguir a sacarle la camisa y ponerle el pijama, pero cuando hubo llegado al borde de los pantalones el chico coreano despertó de un salto y con ojos enormes lo miró.

-E-eso lo hago y-y-o -respondió tartamudeando y arrebatándole de las manos el pantalón de buzo que Lu Han sostenía.

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Las notas  salían de su interior con estupenda perfección y cuando hubo terminado se esperó escuchar los aplausos de los demás miembros que allí se habían reunido. El profesor de canto sólo asintió y le hizo una seña de que tomara asiento junto a los demás. Con una brillante sonrisa Suho se encaminó a un lado del bailarín principal que refregaba sus ojos mirando el piso.

-¿Cómo estuvo? -le susurró mientras el piano volvía a sonar y ahora era Chen quién comenzaba a cantar.

-Perfecto, hyung -sonrió el moreno levantando su pulgar.

Suho no pudo evitar ensanchar su ya enorme sonrisa al ver los brillantes ojos de su maknae sonreírle. Entonces se inclinó hacia él y besó ligeramente su mejilla causando que él otro se encogiera de vergüenza. Min Seok a su lado comenzó a carraspear y el profesor estaba inverso en los armoniosos sonidos con los ojos cerrados, concentrado.

-¿Qué quieres comer esta noche? -preguntó el líder tomando la mano de Kai disimuladamente. El menor sólo sonrió y lo miró por unos segundos a los ojos para luego evitarlos rápidamente.

-Lo que tú quieras, está bien.

-Aigoo, ¿desde cuándo nuestro Jongin-nie es tan humilde? -preguntó de forma irónica causando que Xiu Min y el recién llegado Chen rieran.

-Ya sabes desde cuándo -contraatacó Kai volviendo a hacer reír a los que escuchaban.

-No... Lo olvidé, ¿recuérdamelo?

-Pásame tu teléfono

-¿Ah?

-Pásamelo

Joon Myun miró con desconfianza los ojos del menor, pero de todas formas se lo entregó.

Jongin había ido directamente hacia los mensajes de texto y luego le había plantado el teléfono frente a los ojos del mayor que comenzaron a achicarse.

-¿Ves este mensaje? Desde ese momento.

Suho tomó el aparato en sus manos y luego recibió un beso en la mejilla del moreno que se ponía de pie ya que era su turno. Frente a sus ojos la pequeña pantalla brillaba con letras negras mientras él las escaneaba para guardarlas siempre en su memoria...

"Jongin-ah...  hyung te extraña, cuídate, no vuelvas tarde... te quiero"

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Los días seguían pasando, para algunos eran como efímeros segundos que se perdían en el tiempo, para otros, eran eternos.

Sehun jugaba con una pequeña pelota saltarina arrojándola hacia la muralla con un gesto despreocupado, a su lado un cansado Jongin escribía algo en su teléfono, en frente estaba Chen con la cabeza apoyada en el cabezal del sofá y a su lado un adormilado Min Seok. Kris había hecho acto de presencia y a su cola iba Tao sosteniendo en sus manos su mochila para luego dejarla en el piso a un lado del sillón. Joon Myun había aparecido por el marco de la puerta y se derrumbó a un lado de Kai quién lo recibió con los brazos abiertos. Muchos los observaron, pero el cansancio era tal que ninguna tenía fuerzas como para si quiera molestarlos. Entonces entró Yixing con Baek Hyun y ambos tomaron un lugar en el piso frente a la televisión pero sin intenciones de encenderla.

-¿Falta alguien? -preguntó entonces Wufan, pero nadie respondió, sólo algunos ojos se posaron en él y el silencio reinó.

-Lu Han -dijo de pronto la tenue voz del maknae que había dejado la pelotita a un lado y ahora se peleaba con el líder para ocupar uno de los hombros del moreno Kai como almohada. El líder de lo cansado que estaba decidió dejar al maknae y se acomodó en la otra esquina del sofá con un cojín entre sus brazos y otro bajo su cabeza.

Entonces entró el aludido seguido de Chan Yeol y Kyung Soo cargando bolsas en sus manos. Pareció como si de un momento a otros todos hubieran despertado de su estado zombi al ver las diferentes bolsas que traían los chicos. Min Seok se levantó de inmediato seguido de un hambriento Yixing y Kai que había dejado que el maknae cayera sobre el líder que ahora dormía sobre el sillón, pero poco le importó a ambos.

-Sehun-nie, ten -le dijo Lu Han tendiéndole una pequeña paleta de chocolate.

-¿Acaso soy un niño de dos años? -respondió el menor pero de todas forma había tomado el dulce entre sus manos.

-Para mí, sí, lo eres.

Lu Han se había inclinado hacia Sehun, pero de pronto la penetrante mirada de Kris se posó sobre él, por lo que hizo como si el menor tuviera algo en el cabello y luego se había marchado con los demás a ordenar el alboroto que suponía estaban haciendo los demás al ver comida.

-Sehun... -lo llamó Tao quién se había quedado a un lado del líder chino que estaba sumergido en el computador por noticias nuevas o comentarios en los videos recién salidos de EXO- ¿por qué no me contaste?

-¿Contarte qué? -preguntó el maknae haciéndose el desentendido y volviendo a jugar con su pelota de goma.

-Que estabas con Lu Han -respondió simplemente el chico de cabello negro atrayendo la atención del líder, de Chen y de Baek Hyun que aún se encontraba sentando en el piso mirando la nada sin poder moverse.

-No estoy con Lu Han hyung -dijo el maknae de inmediato, pero sus mejillas lo delataron y Tao sonrió abiertamente.

-Lo que digas -dijo riendo levemente y volviendo su vista hacia Kris, este lo observó unos segundos cuestionándolo con la mirada, pero Tao no lo dejó seguir besándolo en los labios y sujetando su cuello evitando que se escapara. Entonces Suho comenzó a carraspear.

-Jongin está en la cocina, hyung.

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Las calles de Seúl parecían más cálidas al estar junto a él, se decía el menor. Habían ido caminando hacia la usual tienda que se cernía a unas cuadras del departamento porque a Yixing se le había ocurrido comer ramen y ya no quedaba en la alacena. Se habían dirigido conversando sobre cosas al azar durante todo el corto viaje, recordando momentos pasados y pensando sobre lo que les deparaba el futuro en el mundo del entretenimiento. Tan ensimismados estaban que no se habían dado cuenta cuando ya venían de vuelta con el pedido en mano. Entonces Lu Han tiró de la chaqueta del maknae y se fueron por el camino menos transitado y más largo que había para llegar al edificio.

-Nos tardaremos más por aquí -dijo Sehun haciendo un puchero que al chino le pareció lo más tierno que había visto en su vida, por lo que pinchó su mejilla causando que el otro tomara su mano y entrelazara sus dedos para que dejara de hacerlo.

-Quiero estar más tiempo contigo a solas, ¿no te parece bien? -dijo haciéndose el ofendido y a la vez triste.

El menor lo miró de inmediato tratando de excusarse, pero Lu Han seguía en su actuación de enojado con los brazos cruzados y la vista al frente. Sehun continuaba diciendo frases para que el rubio lo escuchara, pero al final abatido suspiró y observó el piso mientras daba pasos más lento y una idea surcó su mente, entonces casi murmurando dijo.

-Y yo que planeaba dormir contigo esta noche...

Entonces el mayor se detuvo de improviso y miró con grandes ojos el rostro inocente de su acompañante.

-¿Qué sucede? -preguntó el castaño.

-¿Q-qué dijiste?

-Que quería dormir contigo esta noche.

-¿Ah?

El maknae comenzó a reírse pensando en las cosas que pasaban por la mente de su hyung, pero decidió dejarlo allí y comenzar a caminar. Sólo faltaban unos metros para que Sehun tocara la puerta del apartamento cuando Lu Han lo detuvo y le plantó un beso que lo dejó mareado y sin aire. El rubio lo miró directamente a los ojos de una forma tan penetrante que el menor se sintió avergonzado y sus mejillas se ruborizaron cuando la puerta se abrió y Yixing les arrebató el ramen de las manos.

-¿Es muy temprano como para ir  dormir? -preguntó de pronto Lu Han volviéndolo a besar, pero ahora tiernamente.

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Las duchas estaban dadas y el repiqueteo del agua contra la baldosa hacía un sonido tan fuerte que Chen se tuvo que acercar hasta casi rozar la piel del cuello de Lay cuando quiso preguntarle por cómo se sentía. No era como si le hubiera molestado, para nada, y no pudo evitar sonreír tontamente cuando se dirigió hacia el cubículo que usaría, luego de que un inocente Yixing le hubiera respondido y ocupara el que estaba a su lado.

El sonido de voces atrajo la atención de ambos y ahora eran cinco chicos los que ocupaban las duchas de la planta baja antes de irse a dormir a los cuartos. Min Seok, Kris y Kai habían entrado conversando sobre los errores y cosas que debían mejorar del baile. Kris miró a Yixing y este volvió la vista al agua que caía en la regadera.

Su mirada últimamente le quemaba, le molestaba, se sentía incómodo cuando sentía esos oscuros ojos sobre él y lo único que atinaba a hacer era ignorarlo y seguir como si no se hubiera dado cuenta de nada, pero Wu Fan no era tonto, sabía que algo andaba mal y esperaba que sus cavilaciones no estuvieran en lo cierto. Muchas veces, cuando había estado a un lado de Yixing en medio del plan para hacerle decir a Tao la verdad, lo había sentido. Había visto como Lay parecía sentirse más alegre de lo normal, sólo hasta que ponía los pies en la tierra y recordaba que todo era una farsa. Entonces el alto había sospechado sobre los sentimientos de su amigo, pero al preguntarle, este seguía negándolo, tal cual lo había hecho Tao. El no quería que su amigo se confundiera, no quería arruinar las cosas ni la amistad que tenían y era por eso que había dejado el tema de lado, pero ahora que estaba junto a Tao y habían comenzado una relación seria, no podía evitar pensar en ello y sentirse triste y a la vez preocupado.

Chen se había dado cuenta del cambio de actitud del chino cuando vio al más alto de EXO hacer acto de presencia, pero no dijo nada, mantuvo el silencio hasta que llegaron al cuarto y Yixing se había desplomado sobre su cama y a tientas había corrido las sabanas para meterse dentro de la cama. Chen lo observó unos minutos en silencio dudando de si ir junto a él y confortarlo o sólo irse a dormir y no molestarlo, pero al final sus sentimientos fueron más fuertes y con delicadeza entró a la cama de su compañero de cuarto.

-Yi... -lo llamó en un susurro tentándose a buscar su cuerpo y abrazarlo, pero se contuvo y esperó.

Lay sentía su pecho cerrarse y el nudo en la garganta parecía ahorcarlo de a poco, pero se negaba a voltearse, no quería que lo vieran llorar y menos por semejante estupidez.

-Hyung... -escuchó al vocalista decir y una lágrimas se le escapó.

Con tenues espasmo el chico coreano se dio cuenta de que Yixing sollozaba en silencio y sus manos buscaron el torso de Lay entre las sabanas, lo abrazó estrechándolo entre sus brazos y luego acarició su cabello.

Yixing se volteó y enterró su rostro en el hueco que había entre su cuello y dejó que las lágrimas corrieran libremente por su mejilla. Lo odiaba, pero no podía evitarlo.

-No me gusta verte así, hyung... -murmuró Jong Dae en su oído-. ¿Qué puedo hacer para que dejes de llorar?

-Nada... -logró decirle entre lágrimas el chino.

Sintió el sabor salado en su boca y los brazos que lo rodeaban se apretaron aún más a su cuerpo.

-No... Buscaré la forma, te lo prometo.

-Si es que lo logras, en serio que te amaré -bromeó el triste muchacho intentando secar sus lágrimas, pero la mano de Chen lo detuvo y lo hizo este mientras le obsequiaba una tierna sonrisa que hizo que Lay lo mirara agradecido.

-Ya verás que me terminarás amando -respondió Jong Dae y Yixing dejó ver una pequeña sonrisa para luego cerrar sus ojos y dormir.

Aquella noche Jong Dae no se separó de Yixing mientras acariciaba su espalda con suaves masajes para calmarlo y velar su sueño.