Más que amigos (EXO FanFic): #40 Brisa (Kris)

El aire estaba calido y una pequeña brisa nos acariciaba. Tao estaba a mi lado sin decir nada y ¿qué debía hacer yo? Después de largos minutos en silencio decidí hablarle.

-Te gusto -dije en tono bajo. Este había hecho amago de irse, así que para que no se fuera dije lo primero que se me vino a mente.

Tao miró el piso y se abrazó a sus piernas intentándo ocultar su rostro. ¿Qué debía hacer? Realmente nunca había pensando en el día en que Tao por fin lo aceptara. Lo había tomado como un juego sin premeditar lo que podía llegar a su suceder, y ahora no sabía que hacer...


¿Por qué había aceptado? Sólo había sido porque los labios de Lay me recordaban a mi ex.... Eso era lo que me decía, pero en el fondo algo se revolvía cada vez que estaba con Yixing y Tao aparecía. Ignoré ese sentimiento cada vez que aparecía. Intentaba mostrarme distante, pero seguía presente. ¿Me gustaba Tao? No estaba seguro, pero dejarlo con la confesión en los labios sin darle una respuesta era cruel. Decidí intentarlo.

Me acerqué un poco más a su lado, tanto que nuestros brazos se rozaban. Tao no se movió. Pasé un brazo sobre sus hombros y lo atraje más a mí. Estaba mudo. Tao se tensó pero no alzó la vista.

Más minutos pasaron y Tao no daba señales de querer hablar. Se había quedado como piedra, pero cuando pensé que todo lo que hacía era en vano, él hablo.

-¿Por qué lo haces? -preguntó, pero yo no sabía la respuesta. Deseba con todo mi ser poder hablarle y explicar qué era lo que sentía, pero no encontraba las palabras. Era como si derrepente hubiera olvidado como hablar o como ordenar una frase. En mi cabeza palabras desordenadas se abrían paso, pero ninguna de ellas llegaba a juntarse con otra.

Sujeté con mayor fuerza su hombro y me pegé más a él. ¿Podría entenderlo de esta forma?

Me había sentido atraído por Lay, pero ahora llegaba a la clara conclusión de que sólo lo hacía de despechado. La intentaba olvidar junto a él, pero... Lay era Lay y Tao era Tao. Ambos eran demasiado diferentes. Lo que sentía junto a Tao no era lo mismo que cuando estaba con Yixing, pero no sabía qué era lo que lo hacía diferente. Estar al lado de Tao sabiendo que este gustaba de mí me ponía un poco nervioso, ¿por qué?

Derrepente Tao comenzó a reír. Lo miré intentando decifrar qué era lo que le ocurría, pero no lo entendía. Este levantó su cabeza y observó el alrrededor, luego sonrió. Entonces la curiosidad me atrapó.

-¿Qué pasa? -pregunté, pero este sólo me miró sonriendo y una brisa llegó a nosotros desordenándo nuestros cabellos. Tao negó con la cabeza y volvió a mirar al frente.

-¿No dirás nada? -me cuestionó Tao observando sus zapatos con un gesto despreocupado- Te ves incómodo -agregó luego sacándome una sonrisa.

-Nunca he tenido un novio -dije derrepente causando que Tao se pusiera colorado, pero no respondió, en cambio volteó su rostro y pude ver como una sonrisa se formaba en él. Entonces miró su reloj y habló:

-Los demás ya deben estar lléndose al dormitorio, mejor vamos antes que nos dejen aquí.

Tao se puso de pie rápidamente y yo también lo hice. No entendía mucho qué era lo que me hablaba. Mi cabeza estaba en alguna otra galaxia en donde sólo podía recordar una cosa: Tao sonriendome mientras el viento desordenaba su pelo. Su actitud era tierna, pero no sabía si estar con un hombre era lo que quería. ¿Y si sólo lo intentaba y al diablo todo lo demás? ¿Tao en realidad me gustaba? ¿Qué era lo que sentía? Debía descubrirlo lo antes posible.

Volteamos en un pasillo y a lo lejos podía ver la puerta de la entrada. Me detuve. Tao se dio vuelta a mirarme preocupado. Entonces lo sujeté por los hombros y lo afirmé contra la muralla. Tao me miraba con un notorio sonrojo y yo reí. Lo observé detenidamente unos momentos. Acaricie su nariz, frente, pomulos, sintiéndolo. Él cerró sus ojos. Enredé mi mano en su pelo y este sonrió débilmente. Su sonrisa... Me sentí cautivado por ella. Acerqué mi mano y delinee sus labios. Tao abrió los ojos, me miró y en ese momento me acerqué a cortar la distancia que nos separaba. Tao abrió la boca sorprendido. Fue un beso corto, pero intenso. Me alejé y lo contemplé. Me había gustado, no era de la misma forma en que me había besado con Yixing, ni si quiera había recordado a mi ex en aquel momento. Era otra cosa, otro sentimiento.

Sonreí, entrelazé mis dedos con los suyos y lo llevé casi a rastas hacia la furgoneta que nos esperaba. Tao no reaccionaba aún.