Más que amigos (EXO FanFic): #29 ¿Dónde estás? (Suho)

¿Sicópata? Probablemente ese era el término que mejor me describía en esos momentos. Nunca llegué a pensar que me preocuparía tanto por una persona a tal punto de preguntarle a todos quienes lo conociera, cómo estaba. Es que en realidad mi cabeza ya no reaccionaba normalmente. Supongo que estaba enamorado. No había otra respuesta que le pudieran dar a mis acciones.

Siempre hablaba con él por mensajes. Me alegraba saber que aún hablaba felizmente conmigo, pero su actitud me preocupaba demasiado. Ignoraba a todo el mundo y su forma de ser estaba más mal que de costumbre y con el debut próximo el estrés lo hacía estar aún peor. La única persona con la Jongin se llevaba bien en aquellos momentos era Kyung Soo. Lo entendía. Eran compañeros de cuarto y deben de haber compartido muchas conversaciones un tanto personales al pasar ese tiempo juntos, pero de todas formas no podía evitar sentir celos al verlos juntos. ¿Por qué Kyung Soo? ¿Por qué él podía hablarle normalmente en frente de todos? Yo sólo me limitaba a conversarle por mensajes de texto. Me sentía inútil. Nunca haría nada y Jongin terminaría alejándose de mí si seguía con aquella actitud. Seguir siendo su hyung no bastaba para mí.

Un día luego de la práctica me acerqué a Kyung Soo, a lo mejor él sabía algo sobre la actitud de Kai. Yo lo único que podía hacer era especular al respecto, ya que el menor siempre me cambiaba el tema cuando lo mencionaba. Sabía que había discutido con Sehun, pero no sabía el por qué. También estaba enojado con Lu Han, pero eso ya no era novedad, y todo el mundo lo sabía. ¿Qué habría sucedido?

Kyung Soo no pude darme las respuestas que buscaba, me dijo que no tenía idea de nada y que no quería preguntarle tampoco. Se podría decir que medio le temía al menor y no era para sorprenderse. El chico tenía una mala reputación entre todos los trainers, pero yo sabía que él n era de la forma que todos creía y que este aparentaba. Yo lo conocía mejor que el resto al llevar a su lado tantos años.

Durante aquellos ensayos me quedaba muy cerca de Kyung Soo. Intenté acercarme más a Kai, pero este no parecía tener ánimos de conversar ni si quiera con el chico de grandes ojos que sólo me encogía de hombros cuando intentaba que el moreno se me dirigiera. De todas formas luego me respondía los mensajes de texto. ¿Qué le sucedía? Incluso intenté descubrirlo con Sehun, pero este se hizo el desentendido y terminó arrancándose al lado de Tao que me miraba intrigado para luego sonreír he irse con el menor que tiraba su brazo llamándolo para que prestara atención a la coreografía que intentaba recordar.

Mi preocupación se incrementó incluso más cuando Jongin comenzó a llegar más tarde al departamento. Yo me quedaba hasta muy avanzada la noche a esperarlo. Por suerte este siempre aparecía… y en buen estado, lo que me tranquilizaba un poco, pero aquella expresión triste que lo acompañaba sólo me hacía revolver el estómago compungido. Él nunca se dio cuenta de mi presencia esas noches o si lo hizo, nunca dijo nada, ni si quiera por texto.

La oscuridad ya había caído y yo me encontraba en aquel mismo lugar que ya se había hecho habitual durante los últimos cuatro días. Sentando a la mesa, con la luz apagada y observando mi teléfono dar vueltas en mis manos. Miraba la hora a cada minuto, sólo para que la incertidumbre se hiciera más fuerte. Sentí pasos y me levanté de inmediato, pero al observar al umbral de la puerta de la cocina era Tao quien me miraba frotándose los ojos.

─¿Qué haces aquí, hyung? ─preguntó mientras se servía un vaso de agua y se apoyaba en el mueble a su lado.

─Nada ─contesté restándole importancia y volviéndome a sentar a echar un nuevo vistazo a la hora.

─Es por… Jongin ¿no? ─preguntó dudando en voz casi susurrante.

Suspiré.

─Hyung... ¿puedo preguntarte algo?

Lo miré y este dejó el vaso a un lado para acercarse a mí y sentarse en la silla continua apoyando los brazos sobre la mesa.

─Te gusta Jongin ¿cierto? ─me preguntó mirándome directamente a los ojos lo que me sorprendió. Aquella mirada era como si me retara, la evite y me quedé observando el celular en mis dedos.

─No es eso… Soy el líder, es mi tarea.

─Claro, y los mensajes de texto también.

Solté una risa y este me miró serio. Debo de haberlo molestado aquellas noches en que ninguno de los dos podía dormir y Kai se empecinaba en contarme cada detalle de lo que le había ocurrido en el día. Claro, no era como si me molestase lo más mínimo en que lo hiciera.

─Vete a dormir, mañana será un día duro ─acabe diciendo a la vez que me levantaba y también lo hacía el chico de cabello negro a mi lado. Juntos caminamos hacia nuestros cuartos para conciliar el sueño, pero no pude evitar dirigir mi miraba hacia la entrada antes de cerrar la puerta de mi habitación.

“¿Dónde estás, Jongin-ah?”