Más que amigos (EXO FanFic): #30 Baozi parlante (Lu Han)

No podía recordarlo… ¿Por qué? Algo importante había sucedido y yo no podía recordarlo. Era tan frustrante que muchas veces terminé golpeado la almohada mientras intentaba quedarme dormido. Había sido tan estúpido. ¿Por qué había tenido que ir a aquel bar? Todo se había complicado por hacer tamaña estupidez. ¿En qué habré estado pensando? Me cuestionaba seguidas veces al día sin encontrar una respuesta.

Con Minseok habíamos tenido que ensayar horas extras como castigo. Me había disculpado muchas veces con él y este sólo me miraba con tristeza y decía que no tenía que hacerlo, que él también lo merecía por no cuidarme tan bien como lo había prometido. Lo había metido en el mismo saco sin querer y ahora tenía que afrontar todo esto.

También me había disculpado repetidas veces con Wufan, pero este sólo me ignoraba y decía que ya lo había hecho. Sabía que en fondo seguía molesto, ya que también le habían llamado la atención a él. Me sentía tan culpable por todo lo que sucedía que por poco ya andaba arrastrándome por el piso pidiendo disculpas. ¿Qué más podía hacer? Me sentía terriblemente mal al respecto.

Por otro lado estaba el maknae… Recordaba lo de la pelea. Recordaba como se había ido con Jongin. Recordaba el paseo con Minseok, luego el bar y después ya todo se hacía confuso. Sabía que algo había sucedido con el… ¿cómo lo sabía? Porque Kai no evitaba lanzarme miradas de odio continuamente, incluso más de las que antes lo hacía. Pero también ignoraba al maknae y nadie sabía por qué, y si lo sabía, nadie decía nada.

En los ensayos había logrado aproximarme más a Sehun. Este ya no se iba como antes lo hacía y eso lo único que me hacía pensar era que, correctamente como había imaginado, algo había sucedido aquella noche. Algo además de lo que todos me habían dicho. Imágenes abstractas venían a mi cabeza cuando me ponía a pensar, pero no lograba darle sentido a nada y al final suspiraba y me decía que sólo eran ideas mías y que lo dejara. Al menos Hunnie se volvía a comportar un poco como antes… aunque no me hablara.

Mientras estábamos en el descanso del ensayo algo extraño comenzó a ocurrir. Las luces comenzaron a bajar y de repente volvía a estar en aquel oscuro bar. La gente bailaba y a mi lado se encontraba un preocupado Minseok que tiraba de mi brazo intentando aminorar mi marcha. Nos sentamos juntos y pedimos unos tragos. De un momento a otro, ambos conversábamos animadamente sobre el debut. Nos contábamos divertidas historias que habíamos pasado como trainer y luego comenzaba a mirar extrañado a Xiu Min. Este feliz de la vida se había puesto a bailar. Se perdía entre la gente mientras yo lo llamaba, pero no respondía. Corrí para alcanzarlo y al esquivar un par de gente sujete su brazo, pero este era blanco… ¿Qué sucedía? Me acerqué más a él y pude verlo mejor pese a las luces que cambiaban incesantemente de color llegando a marearme un poco. Frente a mi ya no estaba Minseok, si no que ahora había una especie de baozi gigante con dos grandes ojos que me miraban impacientes. Un sonido rompía la escena. Era como si una tormenta se acercara y segundos después me encontraba mirando el techo sin entender nada de lo 

que sucedía y a mi lado un divertido Yixing mirándome aguantándose la risa. Había sido sólo un sueño. Un raro y tonto sueño que había hecho que mis tripas comenzaran a sonar pidiendo comida.

Al siguiente día el maknae volvería al departamento. Lo volvería a ver más seguido lo que me ponía muy feliz por un lado, por el otro temía que este se comportara de forma diferente y que la relación se volviera a poner tensa.

Aquella noche me acosté pensando que debía disculparme con él, pero no sabía si podría hacerlo.

Nuevamente estaba en aquel bar. Conocía de memoria aquel camino hacia la barra en donde nos volvíamos a sentar con Minseok. Este tenía forma de baozi, pero no me parecía nada extraño, si no que más bien era divertido. Este me hablaba -al igual que antes- sobre el debut, pero luego la conversación comenzaba a cambiar, ahora me contaba algo sobre Sehun. En un abrir y cerrar de ojos me habían entrado ganas de contarle lo que sentía por el maknae. Este me miraba todo el tiempo con la misma expresión inanimada, como si no entendiera nada de lo que le decía. Escuchaba luego la tormenta acercarse y mi voz siendo apagada a ratos. Intentaba decirle algo, pero a este se le hacía cada vez más difícil escucharme.

“Quise besarlo…” le intentaba gritar, pero mi voz no parecía sonar más fuerte en absoluto. Truenos se escuchaban de fondo y yo nuevamente tomaba fuerzas mientras la tormenta parecía acallarse y mi voz comenzaba a sonar libre: “¿Sabes que es lo más me duele? No, no es que me grite ni nada de eso, es su indiferencia lo que duele, eso es lo peor de todo. Son como dagas que te atraviesan el corazón, dagas invisibles que te perforan por dentro dejándote sin nada, sin ninguna esperanza, porque es como si cada vez fuéramos retrocediendo hasta volver a ser nada, meros desconocidos, eso es lo peor de todo, Min. Supongo que lo encuentras  ridículo, si quieres puedes reírte, no me importaría si lo haces”. Luego risas. Risas de él y luego se unían la mías. Al cabo de ciertos segundos era todo el bar quién se unía a aquel coro. De repente yo me callaba y me quedaba observando a Xiu Min o a quién antes era él, porque ahora sólo era una masa de baozi risueña. Lo miraba abriendo más mis ojos y quedando sólo a centímetros suyo para luego decir, en donde antes había habido una oreja, “Quiero comerte”.

Abrí mis ojos encontrándome en mi cuarto. Nuevamente aquel estúpido sueño y mis tripas haciéndose presentes, sonido que ya se asemejaba a un Chubaca por no haber comido nada al llegar de la compañía. Realmente no me apetecía dar bocado por mucho que Lay ya me abriera la boca y me metiera un kilo de arroz por ella. Yo seguía rehusándome. Tenía otras cosas más que hacer… o que pensar, que terminaba negando cada vez que alguien decía “comida”. A eso se le sumaba la presión de los ensayos que me dejaban tan exhausto que ni para hablar tenía ganas.

Iba en dirección al baño cuando una voz me llama. Cansado me giré a observar a Tao quien estaba preparando algo para comer junto a Kyung Soo y a un perdido Joon Myun.

─Lu Han, ayuda a poner la mesa, por favor ─me pidió apenas dirigiéndome la vista mientras se volvía a enfrascar en alguna discusión por algunos ingredientes con D.O.

Suspirando pesadamente me acerqué a ellos a ayudarlo para poder irme a bañar de una vez por todas.

Al adentrarme a la cocina pude apreciar como no era al único a quién habían mandado a hacer aquella tarea. 

El maknae estaba allí bajo las instrucciones de Tao, pero entre tanto revuelo que hacían seguía allí con una expresión parecida a la del líder. Reí y saqué algunos platos para comenzar a ordenarlos en la mesa. Al ver lo que hacía, el maknae se adelantó a sacar algunos para ayudar también. En eso nuestras manos rozaron levemente. Preocupado o más bien curioso por saber cómo reaccionaría, lo miré. Sus mejillas estaban un poco sonrojadas y evitaba mi mirada como lo había hecho hacía días. No pude evitar sonreír para mis adentros al ver su reacción. Miré a Tao quien estaba siendo retado por SuHo al despreocuparse de algo que comenzó a quemarse; luego me puse a reír al ver que ninguno de los dos sabía cómo arreglar la situación. A mi espalda pude escuchar la risa de Sehun secundándome.

─No se rían ─nos miró Kyung Soo cruzándose de brazos un poco molesto por el alboroto que habíamos creado─. Lu Han llama a los demás a comer.

Al juntarnos todos en la mesa Lay me quedo mirando alternándose luego con Sehun. Su mirada ya comenzaba a ponerme nervioso. Nunca sabía que esperar de él. Al cabo de un rato sonrió y me susurró: “Estas tan colorado como Sehun”. Como una reacción instantánea le pegué en el brazo recibiendo una mirada enojada de Kris de inmediato así que me mantuve callado durante el resto de la comida escuchando las risas de Yixing a mi lado y sintiendo la penetrante mirada del líder por el otro.