Más que amigos (EXO FanFic): #19 ¿Quién eres? (Sehun)

¿Quién eres?

Sehun

Al ambiente se había tranquilizado un poco cuando llegamos, aunque no por eso las miradas no se posaron incesantemente en mí. En silencio aceptaron mi mudez al verme agachar la cabeza. Kris había enviado un mensaje donde informaba que sabían en donde estaban los chicos y que había salido a buscarlos. Pude escuchar como Chan Yeol conversaba con Baek Hyun y le decía que había visto a Tao escabullirse por la puerta de entrada y salir a la siga de Kris y Lay, pero nadie hizo nada para no crear más conflictos.

El manager lo supo todo. Estaba furioso. No quería ni imaginar cómo tenía que estar Wu Fan hyung. SuHo había desaparecido unos minutos antes de que nosotros llegáramos. Él fue quien había avisado lo del manager.

Me encontraba sentado en el sofá mirando la nada y pensando en todo. No había querido entrar a la habitación ya que el recuerdo de la escena me invadía de inmediato. No quise mediar palabra con Jongin después de lo sucedido, aunque este me trataba normal, inclusive más afectuoso que de costumbre. Supuse que había dejado pasar lo del beso, pero para mí aún estaba presente en mi memoria como un error... un muy grave error. Debía disculparme y explicarle todo, pero ¿Cómo hacerlo sin decirle que lo había besado pensado en Lu Han y que éste me gustaba tanto que dolía? Se reiría en mi cara y luego se alejaría. El ver su rostro o sentir su presencia hacía que mi estómago se revolviera, y no de cierta manera como si sintiera mariposas en el estómago. No, era diferente. Como si temiera que ya no todo volvería a ser como antes. Algo ocurrió, u ocurrirá, que hará que todo marche diferente. Me temía que algo malo iba a suceder. Pero guardé silencio y sólo me limité a observarlo y darle pequeñas sonrisas haciendo ver que le prestaba atención -cosa totalmente falsa-. De repente un ligero movimiento de cabezas o una mirada era lo que simplemente le daba a Kai cuando se me dirigía y este quedaba satisfecho.

Los demás miembros se inquietaron de un momento a otro. Chan Yeol había salido del departamento y Kyung Soo corría de allí para acá, desde el baño hacia la cocina, de la habitación de Xiu Min con Kris hasta la de Lu Han y mía y terminaba yendo hacia la suya y volviendo con pilas de ropa que tiraba despreocupadamente a la canasta en donde debían ir. Baek Hyun se había sentado en el piso y había encendido la televisión cambiado canales desinteresadamente y Jongin se acomodó a mi lado en el sofá. Me inquieté.

Su presencia a mi lado acostumbraba a confortarme, pero en estos momentos lo único que quería era que se fuera. Que se marchara y así ese sensación de incomodidad saldría de mí. Pero no lo hizo. En cambio se acercó a mí y me rodeo con su brazo apoyando su cabeza en mi hombro. Suspiró y observó la televisión.

¿Dónde estaban? ¿Por qué tardaban tanto? Miles de cuestionamientos surcaban mi cabeza tarjando ideas unas más dementes que otras. En un segundo me veía decidido a ir en busca de ellos, pero mis piernas no respondían a mi cerebro como si mi razón lo estuviera mandando. Luego sentía el peso de Jongin en mi costado y la sensación volvía asomarse. Parecía que vomitaría en cualquier instante.

Mi corazón comenzó a acelerar. Las pisadas de Kyung Soo repiqueteaban en mis oídos y el cambio de luz al alternar los canales me desesperaba. El peso de Jongin en mi hombro parecía que cada vez fuera mayor y mis músculos se tensaron. De repente en la habitación se escucharon voces. Pude reconocer a la distancia a un preocupado Chan Yeol hablando con Tao, aunque más bien parecía venir hablando sólo o preguntándole al viento razones de lo ocurrido. Los pasos se iban acrecentando y así también el sudor me comenzó a embriagar. Un sudor frío, entre miedo y nervios.

Un chico de cabellos negros hizo su aparición en la sala, seguido de un muchacho alto quién llevaba a uno de pelos castaños con rostro perdido. Min Seok me miró y yo a él. Una sonrisa se comenzó a dibujar en su rostro y luego su cabeza giró en dirección a la entrada por donde aparecían Wu Fan y Lay cargando a un somnoliento Lu Han. Sus miradas se dirigieron a mí. Intenté ocultarme, pero a mi lado seguía Jongin. Él se había percatado de mis intenciones y me miró compungido. Mis manos jugaban con la tela de mi negro suéter y una sensación de inseguridad me absorbió.

“¿Ahora debía hablar?¿Ottoke?”

Mi corazón seguía acelerado. Mis manos temblaban y mi mirada no podía ser levantada. Mis mejillas ardían violentamente.

─Hannie… ─la voz de Min Seok sonó como si estuviera hablando por un alto parlante─ Sehun está aquí.

Tuve la sensación de que mi corazón se detuvo –y así también el tiempo-, dio un vuelco y esperó. Quería escuchar la voz de hyung, pero esta nunca llegó.

Aún no podía entender la situación. ¿Qué había sucedido? ¿Por qué el ambiente volvía a sentirse tenso? Me di cuenta que Baek había apagado la televisión. Ya no podía ver las luces que esta desprendía y el sonido también había desaparecido. El peso en mi hombro ya no estaba, pero sentía como Kai se movía a mi lado. También me percaté de cómo este parecía hablar con alguien, pero sólo movía sus labios y de estos salían leves sonidos mezclados con el aire. El oxígeno comenzó a hacérseme escaso, respiré con profundidad y todo se volvió claro claro. Todavía en mi estado de negación a observar la escena que transcurría a mi alrededor pude oler algo que hizo que mi corazón volviera a latir, pero aún más apresurado que de costumbre. Alcohol. Ese era el aroma que se podía percibir en la sala y ahí el tiempo volvió a correr libremente y mi cabeza entendió todo el problema.

Escuché los pasos de Kyung Soo acercarse casi corriendo, maldiciendo por lo bajo a la ropa con la que se había enredado en el camino. Baek Hyun se había puesto de pie rápidamente y Tao se había ido a su cuarto.

─Sehunnie ─la voz de Lu han dirigiéndose a mí hizo que mi cabeza se levantara velozmente y mi vista se clavara en él inconscientemente.  Se encontraba en un claro estado de embriaguez y mis ojos comenzaron a escocer─, estoy triste… por-porque hoy me gritaste… y…y…

─Ya, Lu Han, vamos a darte una ducha.

Yixing intentaba empujarlo en la dirección contraria, pero Lu han seguía haciendo esfuerzos por soltarse de su agarre, aunque su fuerza parecía mínima en su actual condición. Cerré mis ojos con fuerza y estos ardieron. No podía aguantar ver a mi hyung en ese estado. Todo era mi culpa, eso era en lo único en que pensaba. Toda mía.

Lu Han parecía desorbitado. Sus movimientos eran torpes, demasiado. Sus ojos no parecían cuerdos. Su cabello estaba un poco desordenado y hablaba con dificultad. No, así no era como yo lo conocía. Ese no era el Lu Han que a mí… que a mí me gustaba. ¿Qué ocurrió hyung?

 A la fuerza de Yixing se sumó la de Wu Fan y entre ambos encaminaron al mayor hacia el cuarto de baño. Lu Han seguía hablando incoherencias, algunas en chino y otras en coreano. Decía que quería hablarme, que tenía algo que decirme. Luché con todas mis fuerzas, pero las lágrimas terminaron cayendo de todas formas. Estaba horrorizado. ¿Quién era él? Porque el Lu Han que yo conocía era una persona prudente, alguien que no se rebajaría a tal punto de quedar borracho. No, él no era mi hyung. Y… ¿quién había ocasionado todo esto? Yo, claramente yo. La culpa me carcomía por dentro y las lágrimas no se detenían. Mi cabeza dolía por el esfuerzo que hacía por retenerlas y Jongin se dio cuenta. Intentó abrazarme, pero lo rechacé.

─Vamos, no seas tonto, Sehun ─me dijo con aquel tono desinteresado que lo solía caracterizar.

─¡Que no, Jongin! ─le grité cuando siguió insistiendo. Kai no me entendía, él no quería entenderme, él no le importaba Lu Han, a mi sí, mucho.

Me puse de pie sintiendo como mis piernas ahora parecían de plomo. Me costó hacer que reaccionaran y al alzarme desprevenidamente la cabeza parecía que me iba a explotar. Baek Hyun quiso preguntarme qué me ocurría, pero Kyung Soo lo acalló.


Me encerré mi cuarto, en el cuarto de Lu Han. Mi cabeza se estampó entre las almohada y ahogue un grito intentado liberarme de todo, cosa que resultó inútil y alertara a un preocupado D.O que comenzaba a tocar la puerta. Le dije que estaba bien, que no se preocupara y luego de unos momentos se marchó.

¿Por qué? Era la pregunta que más sonaba en mi cabeza. ¿Por qué todo esto tenía que ocurrir? ¿Por qué hyung? ¿Por qué yo? ¿Por qué tú? ¿Por qué?

Las lágrimas se agolparon en mis ojos. Lagrimas de frustración ante todo lo que ocurría. Tenía rabia, rabia conmigo mismo. Rabia por haber actuado como lo había hecho. Rabia por causarle todo lo que le había causado a Lu Han, pero más que todo eso… tenía miedo. Todo esto lo había causado mi temor y mi la inseguridad. Todo por no poder declararme, hacer algo si quiera. Todo por él, por Lu Han.


¿Por qué tenías que existir? ¿Por qué tenía que conocerte y que mi mundo quedara de cabeza? ¿Por qué tenías que llegar y sacudir mi corazón cada vez que sonríes? ¿Por qué tienes que ocupar cada uno de mis pensamientos? ¿Por qué te cruzaste en mi vida, hyung? ¿Por qué tuviste que ser amable conmigo y despertar algo que nunca creía que existiera en mi interior?  Hyung… me gustas demasiado y temo que esté mal. Ambos estamos en el mismo grupo, somos amigos, tendremos que compartir momentos por muchos años más y no puedo dejar que todo esto se arruine por lo que tal vez es sólo un simple capricho de un niño inexperto e iluso. ¿Qué es el amor, hyung? Por favor, explícamelo, porque no logro entenderlo por mí mismo.

Y ahí estaba Jongin, otra vez. Había llegado a la conclusión de que era simplemente un buen amigo. Amigo... Amigo si se podría llamar así a alguien que besas por error y luego actúas como si de un momento a otro te hubieras vuelto loco y un impulso desesperado te hubiera absorbido. Kai, lo siento, creo que no soy tan buen amigo después de todo. Entendería su enojo, pero no fue así, en cambio, parecía pensativo y soñador con un dejo de esperanza en sus ojos. No, Kai, no me gustas, por favor, no llegues a pensar en eso, y espero que yo no te guste a ti, si fuera así...

Escucho su voz a lo lejos. Supongo que hyung siguía en el baño. Cantaba una canción inventada -algo sobre mí y sobre Kai, luego sobre alcohol, un dragón y un bote-. Aún estaba ebrio y parecí que le estaba dando problemas a Chen que es quien lo estaba torturando con agua fría. Escuché la puerta del baño abrirse y los pasos de Jong Dae atravesar el pasillo hacia la sala. Me escabullí asomando la cabeza por la puerta, miré hacia el cuarto de baño y este tenía la puerta entre abierta. A paso lento me dirigí hacia allí y pude escuchar con claridad la voz de Lu Han. De repente esta comenzó a decaer y permanecí allí en medio del pasillo, esperando volver a oírla, pero nada sucedió. Me encaminé, y con cuidado, tratando de hacer el mínimo ruido e intenté mirar hacia el interior. Lu Han se había dormido. Sonreí para mis adentros y entré al cuarto cerrando cuidadosamente la puerta a mis espaldas. Me acerqué a él, su rostro parecía sereno y cansado. Lo acaricié, su piel se sentía tersa y suave. Este comenzó a moverse y sus ojos se abrieron con pesadez. Me sorprendí y retiré de inmediato mi mano echándome hacia atrás.

─Hunnie… ─dijo con voz pastosa.

Mi cara se tuvo que ver de mil colores en ese momento. Lu Han frente de mí, desnudo, se intentaba poner de pie. Me volteé apresuradamente y escuché su risa de fondo.

─¿Sehunnie está nervioso de verme desnudo?

Miré a mí alrededor y saqué la primera toalla que encontré lanzándosela en la cara. Seguía sonriendo aún borracho, aunque parecía que el sueño lo volvería a vencer en cualquier instante. Sentí su mano en mi hombro y preocupado de que se sintiera mal o mareado me giré a ver que le sucedía, pero me encontré con otra cosa cuando lo hice.

Mi espalda chocó con la baldosa que revestía el cuarto. Se sintió frío, aunque no sabía si era la sensación de escalofrío o probablemente la pared estaba congelada. Su cuerpo se pegó a mi cuerpo y sus labios buscaron los míos, quienes en estado de shock se mantenían entre abiertos por la sorpresa. La sensación fue extraña, pero no mala, para nada, en realidad, se sentía bastante bien a pesar de que odiaba el sabor del alcohol.

Los labios de Lu Han parecían desesperados cuando se pegaron a los míos. Sus manos viajaron rápidamente desde la pared en donde se sujetaba hacia mis costados. Jugó con mi playera y sus dedos se colaron por debajo tocando mi piel. Supuse que debía arder, al igual que mi cara, por lo tanto lo más seguro que también todo mi cuerpo. Mi corazón iba a mil por hora y comenzaba a reaccionar frente a lo que sucedía. ¿Debía creerlo? Dios...

Lu Han me besaba descaradamente y yo… yo no podía aguantarlo más. Comencé a relajarme y pronto mis labios se movieron en respuesta, mis manos buscaron su pelo y mi cuerpo ansiaba estar más cerca del de él.

“Hyung… no sabes que es lo que me estás provocando. Hyung, esto no está bien. No juegues conmigo, no tú”.

Sentía que el ambiente se volvía caluroso. Mi cabeza no parecía querer reaccionar aún, pero poco me importaba. ¿Por qué me parecía que esta era sólo otra de mis fantasías y en cualquier momento despertaría y me encontraría enredado entre las sábanas, con la respiración agitada y observaría a mi lado como Lu Han dormía dándome la espalda aún? Sí, en cualquier momento este sueño se acabaría y todo volvería a la normalidad... por mucho que quisiera que durara por toda la eternidad.

“Hyung, siento que mi corazón quema. ¿Está bien eso?”.

No supe cuándo ni cómo había sido, pero me encontraba tirando de sus cabellos desesperadamente y saboreando cada milímetro de su boca. Necesitaba más de él. Había esperado mucho, demasiado. Lo ansiaba como a una droga y me arrepentía profundamente de lo que había ocurrido. ¿Por qué tenía que ser tan estúpido? Era un idiota. Un peligro público andante. Idiota por rechazarlo o… por alejarme cuando más lo quería junto a mí.

“Hyung, perdóname. Te necesito”.

Sus manos subieron hacia mi pecho y no pude reprimir un suspiro. Sus labios se movían en mi cuello, probablemente dejando marcas, pero poca importancia le di a las futuras consecuencias. Mi mente estaba en alguna otra galaxia lejana en donde sólo nosotros nos encontrábamos. Y fue entonces cuando abrí los ojos, mi reflejo me observó con deseo en el espejo del baño y caí en cuenta: Lu Han estaba ebrio. Él no recordaría nada. Sólo actúa por impulso. Esto no significa lo mismo para él como para mí.

Sentí el frio líquido correr por mi mejilla y mi corazón desacelerando. Mis brazos y piernas perdieron fuerza y me di cuenta de que no podía aguantar más aquellos sollozos. Empujé con todas las fuerzas que me quedaban y aparté a mi hyung. Su rostro era inexpresivo. Hielo. Frío. Abrí con torpeza la puerta y la cerré escuchando un seco sonido atravesar el silencioso ambiente y luego corrí; corrí intentando escapar... otra vez.